domingo, 8 de febrero de 2015

Encuentro de opiniones sobre la cultura escrita

Susana Morales 
Juan Pablo Repetto
En este espacio presentamos el encuentro o cruce de los autores que aparecen en las pestañas construidas en la parte superior de este blog. Para poder interpretar el alcance de nuestra apreciación teórica sobre el tema de "la cultura escrita" es fundamental leer la mirada de cada uno de los autores presentados para también interactuar y aportar una mirada más al tema que nos reúne.
En sintonía con los autores referenciados, estamos en condiciones de postular una confluencia entre los fundamentos que sostiene cada uno de ellos.
El término alfabetización es relativamente nuevo. Cuando nos referimos a este proceso, ninguno de los autores puede separarla del ámbito del aprendizaje y la enseñanza. “La alfabetización (...) y la pos-alfabetización implican esfuerzos en el sentido de una correcta comprensión qué es la palabra escrita, el lenguaje, y sus relaciones con el contexto de quien habla y de quien lee y escribe, comprensión por tanto de la relación entre ‘lectura’ del mundo y lectura de la palabra...”[1]
Como observamos, la alfabetización se encuentra directamente vinculada con la comunicación, en la medida en que el aprendizaje de habilidades de lectura y escritura le permitirá al sujeto interactuar de mejor manera con el mundo social. En este sentido, una de las funciones de los procesos de enseñanza y aprendizaje es la de alfabetizar, y hoy las TICs se posicionan como recursos mediante los cuales la adquisición de estas habilidades puede ser posible.
Judith Kalman, en su estudio sobre las Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), puede ver que en varios países de Latinoamérica, las definiciones de alfabetización varían, pero todas coinciden en un punto: considerarla como parte de un proceso escolar para la adquisición de capacidades básicas y técnicas, como del dominio de la lectura y escritura, asociadas al desarrollo social, económico y político de los países. En este enfoque no se descarta el marco contextual: las nuevas alfabetizaciones, donde no solo se puede reducir la instrucción en lectoescritura a través del libro, sino que, con el auge de las TICs, se puede ofrecer en otros formatos y lenguajes.
En el mismo sentido, la “reconceptualización” del concepto de alfabetización que propone Buckingham sugiere ampliar esta noción, incorporando a los medios digitales y electrónicos, que hoy en la vida escolar del niño representan un complemento de información. En sus propias palabras, el autor sostiene que no se trata sólo de desarrollar habilidades técnicas sino de estimular un conocimiento sistemático de la manera como operan los medios, promoviendo maneras más reflexivas de usarlos.
Con esto no estamos descartando al tradicional modo de instrucción a través del libro, sino que lo estamos ampliando e integrando a la alfabetización digital. Es Jesús Martín Barbero quien sostiene que la Primera Alfabetización es a través del libro, y es la que abre camino a la Segunda Alfabetización, la que se rige por el uso de las TICs. Es decir, no las separa, si no que van de la mano, como dos etapas de alfabetización, por así decirlo. El autor sugiere terminar con las rupturas y comenzar a educar ciudadanos capaces de leer y escribir, pero también de poder acceder a una web, ojear un periódico digital, interpretar un videojuego, observar un video en Internet, etc.
Es innegable el auge de las Nuevas Tecnologías, pero también es necesario reconocer que la aplicación de ellas en el aula es una tarea sumamente difícil y que debe realizarse de manera cuidadosa y adecuada.
Otra de nuestras autoras, Marianne Peronard, sostiene que la incorporación de los medios digitales en la educación es un hecho indiscutible, pero que aún no demuestra ser efectivo. En un estudio que ella misma realizó con estudiantes universitarios de diferentes carreras, arribó a que la lectura en Internet es eficaz por la cantidad de información que se tiene a disposición, pero no es tan eficiente como la lectura en papel, ya que el nivel de comprensión en este soporte demuestra ser mayor. No basta con disponer de computadoras para sacar provecho de este recurso, también hay que poseer capacidad para utilizarlos.
Hoy en el mundo existen diferentes Programas de Conexión e Inclusión a nivel global, que tienden que la comunidad escolar pueda conectarse y acortar las brechas digitales; pero a veces los Gobiernos los aplican por sus intereses comerciales, con los fundamentos definidos vagamente y olvidan establecer de manera clara los verdaderos objetivos pedagógicos de estos programas. Esto termina arrojando resultados que no son demasiados propicios.
Estamos hablando, sin duda alguna, de un verdadero desafío en educación. La adecuada inserción de las TICs en nuestras aulas, en combinación con las formas tradicionales de alfabetización y acompañadas de capacitación permanente hacia los docentes, podrían institucionalizarse y proporcionarnos resultados que favorezcan a la formación de ciudadanos, no solamente conectados, sino alfabetizados y preparados para enfrentar al mundo.





[1] Paulo Freire, A Importância do Ato de Ler, 1983